Prácticas de Saint Germain:
1- El primer paso al control de uno mismo es el aquietar toda actividad exterior , tanto de la mente como del cuerpo. De quince a veinte minutos antes de recogerte a dormir, y por la mañana antes de comenzar tu día, haciendo el ejercicio siguiente hace prodigios para todo aquel que haga el esfuerzo necesario.
2- Asegurarse el no ser perturbados y después de haber tranquilizado y estar muy quietos, visualizar y sentir el cuerpo envuelto en una Luz radiante , blanca. En los primeros cinco minutos mientras se visualiza este cuadro, sentir intensamente la conexión entre el ser exterior y el Magno Dios Interno, enfocando la atención en el corazón y visualizándolo como un sol dorado.
3- Reconocimiento : YO ACEPTO GOZOSO LA PLENITUD DE MI MAGNA PRESENCIA DE DIOS, EL CRISTO PURO". Siente el gran brillo de la Luz e intensifícala en cada célula de tu cuerpo durante unos diez minutos más.
4- Ahora cierra la meditación, ordenando: "YO SOY HIJO DE LA LUZ, AMO LA LUZ, VIVO EN LA LUZ SOY PROTEGIDO, ILUMINADO, PROVISTO Y MANTENIDO POR LA LUZ Y BENDIGO LA LUZ"
Uno se convierte, se transforma en aquello que medita, y puesto que de la Luz salimos, la Luz es suprema perfección y el control de todas las cosas..."
miércoles, 5 de diciembre de 2007
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