Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí. Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica. Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
Oración por la curación interior: Señor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado. Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino.
Ayúdame a ser humilde y benigno. Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida.
Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!
Plegaria de Liberación
Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!
ORACION DE LIBERACION. Monseñor Morales
Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te has hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que subiste a la Cruz para dar tu vida por nosotros.
Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Tres veces Gloria
Amén, Amén, Amén.
Contra el Poder de las Tinieblas
Súplicas que pueden ser utilizadas privadamente por los fieles en la lucha contra el poder de las tinieblas . Ritual Romano de exorcismos y otras súplicas, Apéndice II
Versión castellana de la edición típica, 2005.
Oraciones
1. Señor Dios, apiádate de mi, siervo tuyo,
que, a causa de muchas insidias,
me he vuelto como un objeto perdido;
sálvame de la mano de mis enemigos
y ven a buscarme si estoy perdido,
acógeme cuando me encuentres,
y no me abandones,
así podré agradarte por siempre,
porque se que me has redimido con tu fuerza.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.
2. Dios todopoderoso,
que das cobijo a los afligidos en tu casa
y conduces a los cautivos a la prosperidad,
mira mi aflicción
y ven en mi auxilio;
derrota al enemigo malvado,
para que, una vez vencida la acción del adversario,
la libertad me conduzca a la paz,
de modo que restablecido en la piedad serena,
proclame que eres admirable
Tú que diste fuerza a tu pueblo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
3. Oh Dios, creador y defensor del genero humano,que formaste al hombre a tu imagen
y lo recreaste mas admirablemente con la gracia del Bautismo, dirige tu mirada sobre mi, siervo tuyo, y se propicio a mis súplicas. Te pido que nazca en mi Corazón el esplendor de tu gloria
para que, eliminado plenamente todo temor, pueda alabarte con animo y espíritu sereno,
junto a mis hermanos en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen
4. Oh Dios, origen de toda misericordia y de toda bondad, que quisiste que tu Hijo sufriera por nosotros el suplicio de la cruz para librarnos del poder del enemigo; mira propicio mi humillación y dolor, y concédeme, pues me renovaste en la fuente bautismal, que, habiendo vencido el ataque del Maligno, me colme la gracia de tu bendición. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
5. Oh Dios, que por la gracia de la adopción, quisiste que yo fuera hijo de la luz, te pido que me concedas no verme envuelto en las tinieblas de los demonios sino que pueda por siempre permanecer plenamente en el esplendor de la libertad recibida de ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
Invocaciones a la Trinidad
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Sólo a Dios honor y gloria. Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo; sea alabado y ensalzado por los siglos de los siglos.
Te invocamos, te alabamos, te adoramos, oh santa Trinidad. Esperanza nuestra, salvación nuestra, honor nuestro, oh santa Trinidad. Líbrame, sálvame, vivifícame, oh santa Trinidad.
Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá. A ti el honor y la fuerza, oh santa Trinidad,
a ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos. A ti la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias por los siglos de los siglos, oh santa Trinidad. Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
ten piedad de mí.
Invocaciones a Nuestro Señor Jesucristo
Jesús, Hijo de Dios vivo, ten piedad de mí
Jesús, imagen del Padre, ten piedad de mí
Jesús, Sabiduría eterna, ten piedad de mí
Jesús, resplandor de la luz eterna, ten piedad de mí
Jesús, Palabra de vida, ten piedad de mí
Jesús, Hijo de la Virgen María, ten piedad de mí
Jesús, Dios y hombre, ten piedad de mí
Jesús, Sumo Sacerdote, ten piedad de mí
Jesús, heraldo del reino de Dios, ten piedad de mí
Jesús, camino, verdad y vida, ten piedad de mí
Jesús, pan de vida, ten piedad de mí
Jesús, vid verdadera, ten piedad de mí
Jesús, hermano de los pobres, ten piedad de mí
Jesús, amigo de los pecadores, ten piedad de mí
Jesús, médico del alma y del cuerpo, ten piedad de mí
Jesús, salvación de los oprimidos, ten piedad de mí
Jesús, descanso de los abandonados, ten piedad de mí
Tú que viniste a este mundo, ten piedad de mí
Tú que libraste a los oprimidos
por el diablo, ten piedad de mí
Tú que estuviste colgado en la cruz, ten piedad de mí
Tú que aceptaste la muerte
por nosotros, ten piedad de mí
Tú que yaciste en el sepulcro, ten piedad de mí
Tú que descendiste a los infiernos, ten piedad de mí
Tú que resucitaste
de entre los muertos, ten piedad de mí
Tú que subiste a los cielos, ten piedad de mí
Tú que enviaste el Espíritu Santo
sobre los Apóstoles, ten piedad de mí
Tú que te sientas
a la derecha del Padre, ten piedad de mí
Tú que vendrás a juzgar
a vivos y muertos, ten piedad de mí
b-) Por tu encarnación Líbrame, Señor.
Por tu nacimiento, Líbrame, Señor.
Por tu bautismo y santo ayuno, Líbrame, Señor.
Por tu pasión y cruz, Líbrame, Señor.
Por tu muerte y sepultura, Líbrame, Señor.
Por tu santa resurrección, Líbrame, Señor.
Por tu admirable ascensión, Líbrame, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo, Líbrame, Señor.
Por tu gloriosa venida, Líbrame, Señor.
Otras invocaciones al Señor
Cuando se nombra la cruz, puede el fiel oportunamente hacer la señal de la cruz.
Sálvame, Cristo Salvador, por la fuerza de la Cruz : tú que salvaste a Pedro en el mar, ten piedad de mí. Por la señal de la santa Cruz , de nuestro enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
Por tu Cruz, sálvanos, oh Cristo Redentor, tú que muriendo destruiste nuestra muerte
y resucitando restauraste la vida.
Tu Cruz adoramos, Señor, tu gloriosa pasión contemplamos: ten misericordia de nosotros, Tú que padeciste por nosotros.Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu Cruz has redimido al mundo.
Invocaciones a Santa María Virgen
Bajo tu protección nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros. Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Dígnate aceptar mis alabanzas, oh Virgen santa; hazme fuerte contra tus enemigos. Madre mía, confianza mía. María, Virgen Madre de Dios, ruega a Jesús por mí.
Dignísima Reina del mundo,Virgen perpetua María, intercede por nuestra paz y salvación, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos. María, Madre de gracia, Madre de misericordia,
defiéndenos del enemigo, y ampáranos en la hora de la muerte. Socórreme, oh piadosísima Virgen María, en todas mis tribulaciones, angustias y necesidades, alcánzame de tu Hijo querido la liberación de todos los males y de los peligros de alma y cuerpo. Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ni uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro, haya sido desamparado por ti. Yo pecador, animado con esta confianza,
acudo a ti, oh Madre, Virgen de las Vírgenes; a ti vengo, ante ti me presento con dolor.
No desprecies, Madre del Verbo, mis súplicas, antes bien inclina a ellas tus oídos y dígnate atenderlas favorablemente.
Invocación a san Miguel Arcángel.
Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la maldad
y las asechanzas del demonio. Pedimos suplicantesque Dios lo mantenga bajo su imperio;
y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja con el poder divino, en el infierno
a Satanás y los otros espíritus malignos, que andan por el mundo tratando de perder las almas. Amén.
Letanías
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros / por mí.
San Miguel, ruega por nosotros / por mí.
San Gabriel, ruega por nosotros / por- mí.
San Rafael, ruega por nosotros / por mí.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros / por mí.
San Juan Bautista, ruega por nosotros / por mí.
San José, ruega por nosotros / por mí.
San Pedro, ruega por nosotros / por mí.
San Pablo, ruega por nosotros / por mí.
San Juan, ruega por nosotros / por mí.
Todos los santos Apóstoles, rogad por nosotros / por mí.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros / por mí. De todo mal, Líbranos / me, Señor.
De todo pecado, Líbranos / me, Señor.
De las insidias del diablo, Líbranos / me, Señor.
De la muerte eterna, Líbranos / me, Señor.
Cristo, óyenos / me.
Cristo, escúchanos / me.
(Pueden añadirse los nombres de otros Santos y Beatos.)
sábado, 7 de marzo de 2009
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